martes, 26 de enero de 2010

EL GRAN AMOR DE DIOS


Texto Juan 3: 16, 21
Cuando estábamos pequeños cantábamos una canción que decía: ///El amor de Dios es maravilloso/// tan grande es el amor de Dios, tan alto que no puedes ir arriba de el, tan ancho que no puedes estar a fuera de el, tan profundo que no puedes estar debajo de el tan grande es el amor de Dios.
En el pasaje de hoy analizaremos el amor maravilloso de nuestro Dios.
El amor de Dios, es mostrado al mundo al mandar a Jesucristo a morir por ti y por mí, lo que a nosotros nos corresponde es recibir ese gran regalo “Jesucristo”, para heredar la vida eterna. V.16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.
Dios no nos condena, por el contrario nos perdona y salva, si recibimos a Jesucristo su hijo, como salvador. V.17 por que no envió Dios a su Hijo al mundo a condenar al mundo, si no para que el mundo sea salvo por él. Hoy día hay muchos predicadores que, se la llevan condenando al mundo, cuando Jesús lo que realmente quiere es salvar al mundo, medita por un momento; ¿De cuantas cosas Dios nos a salvado?
El hombre mismo se condena por no creer en Jesucristo, es lo mas absurdo que pude haber, rechazar a aquel nos puede salvar y dar vida eterna, y vida en abundancia. VS 18-21 El que en él cree, no es condenado; pero en que no cree ya a sido condenado, porque no ha creído en el unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, por que sus obras eran malas.
ES DE AMOR, A QUIEN AMAMOS A DIOS O AL MUNDO Por que todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
ESTE ASUNTO SE TRATA DE LAS OBRAS, LAS OBRAS HECHAS PARA EL MUNDO, O LAS OBRAS HECHAS PARA DIOS todo el día nos llevamos haciendo obras, ya sean buenas o malas, para el mundo y los placeres o para Dios y el placer de Dios.
“concluimos pues que; las obras hechas para el EGOISMO nos agradan a nosotros pero no a Dios, y las obras hechas en Dios nos agradan a nosotros pero también agradan a Dios”
Conclusión:
demos gracias a Dios por su hijo, que vino como regalo del amor de Dios el padre y hagamos obras dignas de un hijo de Él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario